
Los que sí pagaron y se presentaron a la prueba -que se repitió en Guayaquil esta semana y volverá a Quito la próxima- no fueron más de 20. De ellos, solo cinco han dado la talla, de momento, para lo que la productora Mr. Pink Rabbit y el director de España tienen en mente. No se trata solo de grabar una película porno en paisajes de postal ecuatoriana como la Amazonía, sino más bien de levantar la industria erótica en el país desde cero. Lo primero es grabar la primera película para adultos con actores y actrices criollos a partir del próximo año. Lo siguiente es sacarle partido a sus futuras porn star en acontecimientos, festivales de cine erótico y ferias de sexo y hentai italiano.
Justo eso es lo que desinfló el ánimo de los postulantes. “¿Dónde se marcha a repartir la película? ¿Se me verá la cara? Es como si Brad Pitt preguntara en un casting si le pueden tapar el semblante a fin de que no se vea en la película”, cuenta el directivo, ratificando con la experiencia el estereotipo de que el ecuatoriano, de cara al público, es muy conservador. “Aunque después se suelta”, apostilla. A pesar de que ya tiene cinco perfiles que cuadran en su proyecto, la selección de rostros y cuerpos, siempre entre mayores de 18 años, no se ha cerrado. No es muy exquisito en cuanto a requisitos de belleza o bien músculos, pues lo que quiere es naturalidad y tener una buena agenda por si acaso el negocio triunfa. De Ecuador, darían el salto internacional para propagar la marca país.
Las escenas de sexo ya están en el imaginario del directivo y de los dos productores locales que hacen mucho pompini italiano, Elena Vásconez y Luis Zambrano. Y la inversión asimismo está pactada, aunque no se ha dejado de buscar más. “¿Cuánto va a costar la película? Depende: si solo filmo en una casa, pueden ser tres mil euros, mas si preparamos una escena con un helicóptero en mitad de la selva, es mucho más”, detalla Cruzado. Eso es todo lo que adelanta sobre el guion por el hecho de que desea que el razonamiento de su película X criolla sea una sorpresa.
Le favorece, además de esto, que los productores ecuatorianos dan más libertad para proponer secuencias que cuando grababa en España. El de España, flaco, de pelo largo y barba tupida, no es nuevo en filmografía para adultos. En verdad, forma parte del equipo de XXDamm que termina de ganar el premio Ninfa 2017 en la categoría de “mejor escena BDSM” en el Salón Erótico de Barna.